Las Radio-Fórmulas y la Contra-Cultura
Cuando la Unión Musical Quintanareña me propuso la idea de participar con un texto para su prestigiosa revista Atril, me entraron un montón de dudas y, la consiguiente pregunta: ¿de que escribo yo? La repuesta estaba medianamente clara; de música. Pero debe ser desde un punto de vista de aficionado. De hecho, es mi pasión, mi hobby, aunque paradójicamente, muy a mi pesar, no soy músico.
La música actual, en general, excluyendo la llamada música culta o aquellas que implican consideraciones estructurales y teóricas avanzadas, no nos engañemos, son gigantescos productos de radio fórmulas que no son otra cosa que una importante inversión en productos “fáciles y baratos”. Ahí, un locutor y conductor de programas de encarga de reproducirlos asiduamente de forma machacona introduciendo entre canción y canción algunos datos acerca de los artistas y su música hasta convertirlo en “grandes éxitos o hit del verano”, además estos “productos” paralelamente están apoyados en grandes campañas de marketing.Esto viene de lejos, de cuando irrumpieron en España las emisoras de radio FM. Hoy todas estas emisoras están integradas en las grandes y monstruosas potencias audiovisuales. Incluso en la información general, cuando estas plataformas descubrieron el negocio de la información, la verdad y la veracidad dejó de ser importante.
Solo un dato; en la actualidad las emisoras más escuchadas en España son: Los 40 principales con casi 3 millones de oyentes diarios; Cadena 100 con 1.600.000, Cadena Dial, cerca de millón y medio, etc… ¡radio-fórmulas!
El problema de las radio-fórmulas es que existen en nuestro país auténticos talentos, jóvenes y no tan jóvenes con una larga carrera musical a sus espaldas, que pululan por las carreteras, por las ciudades, por los pueblos, por los garitos, actuando delante de una audiencia mínima, a veces ridícula y, aun así ofrecen lo mejor de sí mismos, dándolo todo, sin apenas medios técnicos que les maquille mínimamente la voz o que realcen, al menos un poco, las notas que salen de sus instrumentos. Llegan al lugar pactado con ilusión, con sus propios vehículos cargados de “trastos” emulando un “tetrix” de nivel alto.
Más a menudo de lo que creemos tenemos a uno de estos talentos, auténticos genios, creadores de arte, con capacidades y conocimientos infinitos, con carreras musicales de autentico vértigo al lado mismo de nuestra casa, en el garito de la esquina, en el Centro Cívico o Cultural de nuestro pueblo, de nuestra ciudad, además, generalmente gratis.
Su único problema… no salen o no tienen presencia en las radio fórmulas.
De otro modo, acudiríamos en masa a sus espectáculos, sin importarnos el coste del ticket, sin ni siquiera pensar en la autenticidad, veracidad o calidad de lo que estamos viendo.
En nuestro entorno, afortunadamente, disfrutamos de auténticos genios en las distintas ramas del arte, de la cultura en general. Somos unos privilegiados en música, pintura, escultura, canto, baile, danza, literatura. etc. Debemos sentirnos orgullosos, tanto de la cantidad como de la calidad del ingenio que nos rodea.
El arte, la música, la cultura en general representa en gran parte la calidad de vida del día a día y la construcción social de la historia de un pueblo, los actos culturales que se programan en cualquier colectivo, dice mucho a favor de nuestra sociedad. Un pueblo culto e informado, es un pueblo con futuro.
Francisco López Muñoz
Presidente de la Asociación Cultural Música Quintanar
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