La "Anormalidad" más absoluta y cruel la están transformando en "Normalidad"...¿no será eso lo que se pretende?

  

   Hoy es jueves lardero día de hornazo, merienda y  antesala de las fiestas de Carnaval. Últimos días de tensión, de nervios, de terminar los preparativos, de dar los últimos toques a los trajes,  las carrozas, las coreografías, el sonido, etc. 
    La planificación de los desfiles en los distintos pueblos de la comarca; unos como protagonistas; las comparsas y  grupos diversos cargados de colorido y alegría, no importaba el frío ni la falta de sueño consecuencia del ir y venir, compaginado (por supuesto) con el trabajo, con el día a día; es carnaval, gente, mucha gente en los desfiles. Otros como público, decidíamos cuales eran los pueblos elegidos a visitar; Villarrobledo, Pedro Muñoz, Miguel Esteban, etc.
     Los bares, restaurantes y garitos varios, preparaban provisiones ante la avalancha de personal que se les venía encima; no nos preocupaba la distancia, al contrario, cuanto más juntos mejor,  la mayoría de nosotros no sabíamos lo que era una p. mascarilla... ¿Os acordáis?  Carpa si, carpa no; ese era el debate, ese era el mayor  "problema" entre autoridades y hostelería...que lejos queda todo aquello.
     Por estas fechas, esa era nuestra mayor preocupación, ya había pasado el debate o polémica de porqué se hacía, o no, fiesta de carnaval el martes o se pasaba el desfile al domingo. Unos comenzaban con los preparativos de la Semana Santa otros a mirar sus destinos vacacionales para esas fechas. Existían ya las "pesquisas" de cual sería la programación de las próximas Ferias y Fiestas.
     El trabajo, lógicamente, seguía su curso con total normalidad, unos mejor otros peor; la "normalidad" aplicada a la vida diaria.
      Hoy todo lo que nos rodea es CUALQUIER COSA MENOS NORMAL.
    Estamos convirtiendo  en Normalidad la más absoluta "Anormalidad".
     Nos invade la tristeza, las malas noticias, sufrimos demasiada toxicidad en la información; las grandes compañías mediáticas no ayudan a suavizar la situación. 
     Lo único importante son los debates políticos, lo más importante para la clase política es mantenerse ahí o quitarte de ahí para ponerme yo. Críticas (por llamarlo de una manera suave) al adversario. Hoy toda opinión, expresión o debate se politiza. No existe libertad en la expresión, Cualquier opinión que no se ajuste a unas normas establecidas, o no coincida con la nuestra,  desemboca en lo más parecido a un  linchamiento en los medios.

       No podemos ir a un bar a tomarnos un café. Está totalmente prohibido desplazarte para visitar a un ser querido;  Pero si puedes o debes ir a votar, puedes hacerlo aún estando confinado por Covid. Y si te toca "por sorteo" algún puesto en la mesa electoral, no importa los problemas personales, familiares de salud o de otro tipo que puedas tener; estás obligado a presentarte por ley.

   Lo dicho: la "ANORMAIDAD" "NORMALIZADA".

   Los políticos legislan, aplican medidas para intentar paliar la pandemia, pero ninguna, absolutamente ninguna de esas leyes o medidas,  les afecta de ninguna manera, en ningún sentido perjudica a su estatus, a su economía personal, a su futuro, a sus planes de pensiones, a sus sueldos  vitalicios, a sus emolumentos actuales y mucho menos a los de su futuro.
     Los problemas son más fáciles de solucionar empatizando, viviéndolos de cerca. Las estadísticas están muy bien, pero todo se ve de otra manera con los pies en el suelo.    Con la pandemia, casi el 29% de las familias españolas están en serio peligro de pobreza.     Con la pandemia, suele pasar, en cualquier crisis de cualquier naturaleza, se incrementa notablemente la distancia entre los más ricos y los más pobres.
      Estamos convirtiendo en normalidad los casi 65.000 muertos en España de Covid.
     Lamentablemente estamos convirtiendo en normalidad una media de 600 fallecidos diarios.

    De alguna manera se puede pensar, que a alguien le puede interesar transformar en Normalidad esta absoluta, tensa y brutal  Anormalidad.

Texto: Paco López