| Nicoleta Talpa |
Quiero
convertirme en el viento y ser todo en cada instante de tu vida.
Quiero
ser el viento y besarte, suave, entera de un solo beso.
Convertirme
en el viento para ti, para mí…
Con mis
caricias, con mis labios. Cuando quemas como el sol del verano y siento el
fuego de tu risa. Cuando te me entregas.
Una caricia eterna.
Quiero llenar tu vida de colores y olores cuando me necesitas, cuando me echas de menos, cuando estoy lejos de ti…
Que sepas que estaré delante de tus ojos, de tu ser.
Que me sientas. Que me recuerdes… Discreta.
Para que veas los molinos de viento o cuando leas algunos de tus libros favoritos.
Que sientas esa conexión que tenemos, que recuerdes nuestras risas, las que vivirán en nosotros. Para siempre…
Soy el viento. Te llevaré a
un espacio para escucharte, para decirte que nada y nadie me hizo sentir lo que
percibí cuando cerré los ojos y te besé la primera vez.
Endulzas
todos los momentos que vuelo a tu lado.
Silenciosa. Con tu manera de mirarme.
Ni se
te ocurra llorar; la grandeza de nuestros deseos es más grande que todos los
miedos. Nadie podrá negar nuestro amor eterno.
Nuestros
pasos siempre se volverán a encontrar, volarán, con el viento.
Aunque
no nos veamos por un tiempo, mi mente recordara tu nombre. El mío te lo llevará
el aire.
Sentirás
mi respiración cerca de ti cuando sople el viento…
Siempre hay nuevos vientos...
Texto: Nicoleta Talpa
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